Diablos danzantes de Corpus Christi

 

Los diablos danzantes de Corpus Christi refiere a un conjunto de manifestaciones religiosas populares de Venezuela celebradas en día de Corpus Christi en diversas regiones por distintas agrupaciones que en conjunto conforman cofradías que celebran la presencia de Cristo en el Santísimo Sacramento de la eucaristía de acuerdo con la doctrina del catolicismo. En general se refiere a 11 cofradías que agrupan a más de 5 mil personas, entre las cuales la más reconocida es la de los diablos danzantes de Yare. Estas manifestaciones fueron reconocidas por UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2012.

Historia

Agrupados en cofradía, se tienen como fundadas desde mediado del siglo XVII en haciendas del estado Aragua y Vargas. Es conocido que ya en 1749 se celebraba en el día de Corpus Christi cuando hombres, mujeres y niños se vestían de diablos para cumplir con promesas realizadas al Santísimo Sacramento.

Si bien no se puede precisar una raíz única y cierta, por su naturaleza de tradición oral, a los diablos danzantes de Corpus Christi se les han atribuido diferentes orígenes. Una historia acerca de la cofradía de San Francisco de Yare reza que hace 400 años un sacerdote sin dinero ni creyentes para realizar la procesión de Corpus Christi expresó: "si no hay dinero ni creyentes para sacar la procesión del Santísimo Sacramento, ¡que vengan los diablos entonces!" Tras una tormenta varios diablos se presentaron frente a la iglesia.

Con respecto a otras cofradías distintas a la de Yare, se encuentran algunas referencias como en la novela Peonía del escritor Manuel Vicente Romero García que describe en forma clara e ilustrativa cómo eran los diablos danzantes de Cúa en la década de 1870.

Cofradías

Son 11 los grupos reconocidos como hermandades, sociedades o cofradías que se constituyen en jerarquías a fin de danzar anualmente y pagar sus promesas rindiendo culto al Santísimo Sacramento. Todas ellas son organizaciones independientes establecidas en sus respectivas comunidades. En tiempos contemporáneos, los grupos de diablos se han organizado en asociaciones sin ánimo de lucro a fin de tener acceso a financiamiento público y privado para mejorar sus estrategias de organización y de promoción para llegar a un público más amplio.